miércoles, 14 de diciembre de 2011

EL PAPEL DE LA EDUCACIÓN EN LA FORMACIÓN DEL CAPITAL HUMANO

La educación como factor importante en la formación del capital
humano, se concibe de dos maneras, como consumo y como
inversión. Como consumo cuando produce satisfacciones o beneficios
inmediatos, para ello se utilizan ciertos bienes y servicios para satisfacer
necesidades humanas; y como inversión, lo cual implica el empleo
del capital para obtener un beneficio en el futuro, dicha inversión
se calcula de acuerdo al rendimiento, traduciéndose en que a mayor
educación y menor edad, corresponderá mayor salario.
Para aclarar esta idea aludimos a Johnes (1995), que señala que la
educación existe porque aporta una utilidad. Parte ésta se disfruta
a corto plazo, pues es un placer aprender sobre el mundo. A este
elemento se le puede denominar consumo de la educación. El alumno obtiene otra utilidad además de la momentánea, obtiene conocimientos y cualificaciones que le permitirán elevar su productividad en el futuro.
Como la productividad es la que determina en gran parte el salario,
la educación actual puede incrementar los ingresos en el futuro. En
este sentido, el alumno puede considerar a la educación como una
inversión.
Schultz (1968) hace una distinción entre educación e instrucción, a la
primera la entiende como las funciones particulares del establecimiento
educativo o del sistema educativo en su conjunto; la instrucción engloba
las actividades que forman parte del proceso enseñanza-aprendizaje de
los estudiantes. Entonces, la instrucción es producto de la educación
organizada, cuyo objetivo es fomentar el conocimiento a través de la
investigación. Este autor considera a las escuelas como empresas que
se especializan en producir instrucción, que tiene los meritos de una
inversión en la medida en que incrementa las ganancias o entradas
futuras del estudiante. Por tanto, la educación esta conformada por
diferentes componentes económicos:


Costos: pueden ser de dos formas: los sufragados o no por el
estudiante. La suma de ambos nos da el costo total de la educación.
También pueden clasificarse en costos directos e indirectos, los
primeros están constituidos por la suma de los gastos corrientes
(personal, bienes y servicios, financieros y transferencias) y los
de capital (inversiones, terrenos, edificios, maquinaria, muebles;
activos financieros, pasivos financieros y transferencias de capital).
Los indirectos, con frecuencia son superiores al directamente
soportado por la familia, su indicador es el sueldo interprofesional.




Gastos: son todos aquellos desembolsos o inversiones que se
realizan sobre todo por parte del estudiante y de su familia para
que éste pueda asistir a la escuela y desarrollar sus actividades
académicas (transporte, vestido, libros, alimentación, etcétera).
También es fundamental considerar aquellos ingresos no
percibidos por los estudiantes mientras asisten a la escuela, pues
probablemente sean mayores que los demás gastos, a esto es a lo
que los economistas llaman el costo de oportunidad.



Con respecto al cálculo de los costos de la educación, existe
controversia, pues algunos autores consideran unos elementos para
realizarlo y otros incluyen detalles secundarios que tienen poco que ver
con la instrucción. Lo más importante es establecer la diferencia entre
los costos de los servicios educativos proporcionados por las escuelas
(maestros, bibliotecarios, administradores, costos de mantenimiento y
funcionamiento) y los costos de oportunidad del tiempo de los alumnos
mientras asisten a la escuela.

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